La compra on line también se encarece: transporte y devoluciones

Madrid, 18 de julio de 2022.- La cadena de suministro del comercio on line se ha visto obligada a encarecer algunos de sus precios. Tanto el transporte de mercancías como el servicio de devoluciones que algunas marcas han comenzado a cobrar.

El transporte pesado de mercancías por carretera llegó a la crisis generada por la invasión rusa de Ucrania cargando con una notable subida de costes, cercana al 10% entre el 31 de enero de 2021 y la misma fecha de 2022. La escalada en el precio del combustible estaba ya detrás de los males del sector. Así lo apunta el último observatorio de costes publicado por el Ministerio de Transportes, en el que también se apuntan medidas para la mejora de competitividad de un sector fuertemente atomizado.

El observatorio marca 140.608 euros de coste anual para un vehículo articulado de carga general, frente a los 128.455 euros a 31 de enero de 2021. Entonces la factura del combustible tenía un peso del 26,5% sobre el total en comparación con el 33,1% que los transportistas soportaron, sobre una base superior, justo antes del conflicto en Ucrania y que ha seguido creciendo en marzo.

En la radiografía del sector del transporte, la subida de la cesta de costes ronda el 20% en los últimos seis años, frente a los 12,7 puntos de crecimiento interanual que ha sumado IPC general.

El Real Decreto Ley 3/2022 interviene ahora fijando como obligatoria la revisión de costes en los contratos de transporte por la fluctuación del gasoil. También determina compensaciones por tiempos de espera no imputables al transportista que excedan una hora. Sobre este último punto, el observatorio de costes indica que “la colaboración de las empresas de transporte con los cargadores ofrece la posibilidad de reducir los tiempos muertos, al coordinarse mejor, y facilitar o reducir el número de operaciones de carga y descarga, mediante, por ejemplo, la adecuación de los muelles o la paletización de la carga”.

Nueva Ley de la Cadena del Transporte

Hay que prestar especial atención a la futura aprobación de la nueva Ley de la Cadena de Transporte que busca evitar a las empresas de transporte “trabajar a pérdidas”.

Como continuación de los acuerdos alcanzados entre el Gobierno y el Comité  Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) en los meses de diciembre de 2021 y marzo de 2022, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA)  ha presentado a las organizaciones que lo componen el primer borrador de la futura normativa para la aplicación de los principios de la Ley de cadena alimentaria al transporte de mercancías por carretera, y cuyo texto final, tal y como recogen estos acuerdos, se pretende que esté elaborado antes del próximo 31 de julio.

El objetivo de esta reforma es prohibir que los transportistas puedan trabajar sin cubrir sus costes de explotación, de manera que se eviten situaciones de abuso sobre la parte más débil de la cadena de suministro que son las empresas de transporte, autónomos y pymes en su mayoría.

En consecuencia, de manera similar a como se ha establecido en la Ley de Cadena Alimentaria para los agricultores, tras la puesta en marcha de esta normativa, que modificará la actual Ley 15/2009 del contrato de transporte terrestre y la Ley 16/87 de 30 de julio de ordenación de los transportes terrestres, el precio que percibirá un transportista por sus servicios deberá ser siempre igual o superior a sus costes efectivos individuales. Para ello se propone, entre otros aspectos,  fomentar la transparencia en la contratación y subcontratación de las operaciones de transporte.

Con todo, el CNTC procederá a estudiar el contenido de la propuesta del Ministerio de Transportes con celeridad, aportando con rigor todas aquellas aportaciones que se consideren necesarias para garantizar el correcto funcionamiento del mercado y el fortalecimiento  del tejido empresarial.

Por último, el Comité Nacional hace hincapié en la importancia de esta reforma, que da respuesta a una reivindicación histórica del sector del transporte, y que constituye, sin    duda, uno de los mayores éxitos de los acuerdos que alcanzó con el Gobierno el pasado 17 de diciembre y que incluían un paquete de 20 medidas estratégicas como la prohibición de la participación del conductor en las operaciones de carga y descarga    o la cláusula obligatoria por la variación de gastos del combustible.

Inditex abre el camino de cobrar las devoluciones on line

Inditex ha iniciado en algunos países el cobro de las devoluciones on line. En UK,  los clientes deben abonar 1,95 libras por cada devolución de una de sus compras realizada a través del canal online. Sin embargo, en España aún estaría en estudio por ser su principal mercado.

Las devoluciones nunca son gratis

Según un análisis publicado en The Objective, las devoluciones se han convertido en un quebradero de cabeza para el sector textil. Durante la pandemia, este tipo de comercios ha visto cómo se ha incrementado la compra online pero también el volumen de devolución, con el coste que eso supone a nivel logístico y también medioambiental. Hábitos como comprar diversas tallas de manera online y luego devolver todas menos una se han convertido en el pan de cada día del sector, con el coste que eso supone.

Las devoluciones en la compra online forman parte de la experiencia del cliente, «igual que es importante la recepción, es importante una política de devolución atractiva», explica Francisco Aranda, presidente de UNO, patronal de Operadores Logísticos. Según sus datos, el perfil que más devuelve son las mujeres de entre 26 y 40 años. «En cuanto a categorías las que más se devuelven son moda, calzado y complementos con alrededor del 59%».

Después de estas categorías se encuentra la electrónica, con el 23%, y en tercer lugar la informática, con el 14%. El principal motivo de las devoluciones en el textil se encuentra en que los compradores escogen una talla que no es la adecuada.

En este sentido, las herramientas digitales son muy importantes y las marcas empiezan a personificar también el tratamiento hacia el cliente en este sentido. «No es lo mismo el que compra un pantalón al mes que el que todos los meses compra dos o tres cosas y no devuelve. Se va a tender a la diferenciación en base a los criterios de costes personalizados», asegura.

Se trata de una medida que está en línea con el cobro de la bolsa, y que tiene implicaciones logísticas, económicas y medioambientales. «En general, el cliente está comprendiendo este tipo de medidas. No puede preocuparse porque los textiles sean sostenibles y luego hacer un consumo irresponsable sin ningún tipo de coste», explican fuentes del sector retail.

Y es que la devolución en el textil supone además un proceso logístico complicado. «Hay retailers que tienen naves o zonas concretas de las naves solo para devoluciones. Más cuando es moda, con ropa colgada que hay que lavar o planchar… es un proceso complicado», explica el presidente de UNO. Algunas marcas lo que hacen es que el producto se dirige al lugar donde se analiza con inteligencia artificial que tiene más demanda. 

«Convertir la tienda en un hub logístico de proximidad desde el que realizar la preparación y entrega de pedidos online y facilitar las devoluciones será clave para muchas marcas», explica KPMG en un informe sobre el sector.

Probador virtual para disminuir devoluciones

Zalando, uno de los mayores players de moda a escala internacional, se enfrenta a este reto con iniciativas como Size and Fit, un intento de solucionar el problema de las altas tasas de devolución que presenta el modelo de venta de moda online. La compañía cuenta con un departamento específicamente dedicado a solucionar los problemas de sizing, liderado por Stacia Carr y que emplea a cerca de 100 personas.

El grupo alemán invita a los consumidores a apuntar descripciones sobre las prendas y su tallaje con la intención de perfeccionar este aspecto de su oferta a través de big data, según el informe Global Fashion Drivers de KPMG. Este estudio al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE señala como Gap, uno de los mayores grupos de distribución de moda a escala internacional, también aceleró en su inversión tecnológica para mejorar el conocimiento del cliente en 2021. 

La compañía compró el pasado agosto la start up Drapr, un probador virtual de ropa que utiliza avatares 3D, con la intención de reducir la tasa de devoluciones de los pedidos online.

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