Madrid, 3 de mayo del 2023. La Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) ha hecho públicos los datos de negocio de esta industria, así como el peso del canal on line. La primera conclusión es que el margen de mejora de las tiendas on line es sobresaliente porque la venta digital de perfumería y cosmética supone sólo el 10% de la cifra total de facturación.
El canal online creció un +10,6% en 2021, hasta alcanzar un volumen estimado de 866,13 millones de euros. De forma desglosada, la venta del canal online con tienda física ha crecido al +3,88%, hasta los 450 millones de euros, mientras que los pure players lo han hecho al +18,9%, hasta los 415 millones de euros.
Este incremento en el volumen de ventas coincide con un crecimiento de nuevos compradores del +14,2%. Puesto en perspectiva, esto significa que de 2017 a 2021 se ha duplicado el número de compradores de e-Beauty, de 4,8 a 9,7 millones. Se trata, además, de un perfil de consumidor que también acude a la tienda física. Peso del canal online sobre el total: 10%.
Peso Canal Online Sector Perfumeria y Cosmetica
Según informa Stanpa, la buena evolución de todos los indicadores en 2021 (el sector ha cerrado el ejercicio con un crecimiento del +7,38%) invita al optimismo, pero también a la prudencia. El mensaje es claro en este sentido: la recuperación es real, pero aún queda camino por recorrer para volver a hablar de cifras prepandemia.
Si nos guiamos por las cifras de consumo per cápita, podemos observar cómo la confianza regresa poco a poco. Si en 2019 cada español gastó 177 euros en el sector y en 2020 la cifra cayó a 154 euros, ya se sitúa en 166, colocando a España como el quinto mercado europeo de productos de belleza.
También nos encontramos en el Top 10 mundial de los países exportadores de perfumes y cosméticos. En concreto, somos el segundo exportador mundial de perfumes, solo por detrás de Francia y por delante de Alemania y Estados Unidos. Más concretamente, el sector viene registrando una balanza comercial positiva desde 2006. Hoy, la cosmética española exporta más que sectores tan emblemáticos como el vino, el calzado o el aceite de oliva.
Radiografia Industria Permuferia y Cosmetica
Y los motivos para mirar al futuro con optimismo no terminan ahí. Como industria puntera, la perfumería y la cosmética conforman un sector que evoluciona en paralelo a unos cambios sociales que también lo son de tendencias. Estamos asistiendo, o mejor dicho, lo hemos hecho ya, al nacimiento de un tipo de consumidor que se puede definir como CSS: consciente, solidario y sostenible. Se trata de un tipo de consumidor preocupado por la salud de una forma integral; más atento y cuidadoso con su propio bienestar y con el del planeta.
El consumo roza las cifras de 2018 y se mantiene un -3% por debajo del pico de la serie histórica más reciente, marcado por los 8.460 millones de euros alcanzados en 2019. En términos porcentuales, las ventas del sector crecieron un +7,38% el pasado ejercicio, superando la barrera de los 8.200 millones de euros.
Balanza Comercial Perfumeria y Cosmetica
Evolución por categorías
Perfume: +24,48% con respecto a 2020 | -2,22% vs 2019
Este crecimiento se ha dejado sentir muy especialmente en los perfumes de alta gama: el selectivo masculino creció a un ritmo del 31,51% el pasado ejercicio, por un 33,8% del femenino, lo que se traduce en un crecimiento promedio de la subcategoría en su conjunto del 33%, muy por encima de la evolución experimentada por la de gran consumo (+10,7%).
Como apunta el estudio “El perfume y su vínculo con la persona”, realizado por Kantar para Stanpa, el perfume lleva asociados valores muy personales: nos hace sentir seguros de nosotros mismos, refleja cómo nos sentimos y nos hace sentir poderosos cuando lo usamos. El perfume es un complemento esencial (el 94,6% de los españoles lo utiliza con mayor o menor frecuencia), incluso imprescindible (el 54,7% lo usa a diario), y por eso no es de extrañar que la progresiva vuelta de la actividad social en 2021 haya coincidido con la venta de 79 millones de perfumes en España.
Cosmética de color: +22,10% con respecto a 2020 | -20,05% vs 2019
La cosmética de color fue, con toda certeza, la categoría más afectada por las medidas sanitarias adoptadas en los momentos más duros de la pandemia; particularmente debido a la irrupción de las mascarillas. Esto explica la situación de equidistancia que refleja su evolución a lo largo de 2021, con un crecimiento superior al 20% respecto a 2020, pero aún otro 20% por debajo de 2019.
El contexto actual se refleja en el peso de cada una de las subcategorías: color de ojos representa un 37,3%, por encima del color del rostro (29,2%), color de uñas (18,4%) y color de labios (15,04%).
Aseo e higiene: -8,15% con respecto a 2020 | +2,05% vs 2019
La de Aseo e higiene es una categoría muy particular, ya que engloba, entre otros productos, uno tan esencial durante los momentos más duros de la pandemia como el gel hidroalcohólico. Por eso, al ajustar los resultados descontando el efecto de estos geles el resultado es prácticamente idéntico al de 2020, incluso levemente superior (+0,59%). En el último ejercicio registrado decrecen los geles de ducha (-4,17%), los depilatorios (-0,12%) y el afeitado (-1,23%); y crecen los desodorantes (+2,01%) y la HBD (+1,64%).
Cuidado del cabello: +3,57% con respecto a 2020 | -2,56% vs 2019
En este caso encontramos la evolución más contenida, con un crecimiento del +3,57% y volviendo a niveles de 2015. La mejora se ha dejado sentir principalmente en el entorno profesional (+12,9%), mientras que el consumo no profesional se ha mantenido prácticamente inalterable (-0,16%). En conjunto, el tratamiento capilar ha sido la subcategoría con mejor comportamiento: +6,5%.
Cuidado de la piel: +11,71% con respecto a 2020 | -1,70% vs 2019
Otra de las que más se acercan a las cifras prepandemia (apenas un -1,7% por debajo de 2019). Nos encontramos con el mejor comportamiento de una categoría, recuperando volúmenes parejos a los de 2019. Destaca el buen comportamiento del Cuidado del Rostro (+12,33%) o de la protección solar (+19,16%).
Innovación y sostenibilidad
Según la patronal Stanpa, la innovación es un rasgo inherente al sector de la perfumería y la cosmética y a su evolución. Una industria que cuenta con un catálogo de 250.000 referencias distintas donde las compañías invierten una media de 307 millones de euros al año (el 3,4% de su facturación anual) en I+D+i.
Entre los principales rasgos del fuerte carácter innovador del sector destaca que un tercio de los productos lanzados han sido reformulados y optimizados en los últimos dos años. Asimismo, tres cuartas partes de las empresas han invertido en tecnologías digitales como la IA o la robótica.
Pero aún hay más indicadores que apuntan en esta dirección. El 55,7% de las empresas han generado nuevas patentes o fórmulas en los dos últimos años. El 97,6% de micropartículas plásticas se han reducido en los productos que se enjuagan.
Y esto es algo que entronca directamente con la sostenibilidad. El 58,1% de las empresas han creado en los dos últimos años alguna línea de productos ‘ECO’, ‘BIO’ u ‘Orgánico’. Del mismo modo, dos tercios de las empresas ya reducen los residuos de sus productos a través del ecodiseño y la reducción del packaging.
Hablando de sostenibilidad, el sector asiste al alumbramiento de un nuevo perfil de consumidor; el conocido como CSS: consciente, solidario y sostenible. Se trata de un tipo de consumidor preocupado por la salud de una forma integral; un consumidor más atento y cuidadoso con su propio bienestar y con el del planeta.
Aunando los dos conceptos, innovación y sostenibilidad, podemos hablar de un consumidor “ecotecnológico”. Hoy un 46% de los consumidores eleva su compromiso con la sostenibilidad en línea con una tendencia al alza del consumo de proximidad, y el reflejo más claro de ello es que más de la mitad (el 56%) opta cada vez más por productos Made in Spain.
Ahora, el sector se plantea una serie de grandes retos, comenzando por su evolución hacia una industria 5.0 y su propio proceso de transformación digital. Todo ello ha de ser compatible, además, con lo que ya no es un despertar de la conciencia ecológica, sino una realidad más que palpable.
El sector no es ajeno a unos cambios sociales que son, además, de tendencias. Estos cambios obligan a la industria a reinventarse cada día con el lanzamiento de nuevos productos en un mercado tan amplio como diverso.